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La erupción del volcán Pacaya, situado a 50 kilómetros de la capital de Guatemala, proseguía este viernes con menor intensidad, aunque continúa la expulsión de material incandescente y la columna de ceniza se eleva a 1.000 metros sobre el cráter, informaron las autoridades.

Fuentes de Protección Civil no descartaron otra fuerte erupción como ocurrió ayer, cuando el Pacaya expulsó violentamente piedras, ceniza y arena.

El periodista Aníbal Archila, quien se encontraba entonces en las faldas del volcán, falleció. Además, siguen desaparecidos tres niños, hubo al menos 20 heridos y miles de damnificados, según fuentes oficiales.

El Instituto Nacional de Vulcanología (Insivumeh) advierte en su último boletín que el Pacaya mantiene constantes explosiones acompañadas de lava que se dispersa en la zona y la ceniza se eleva a una altura de 1.000 metros y es llevada por el viento hasta 30 kilómetros con dirección noroeste.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene la alerta roja institucional para atender a las más de 2.000 personas que fueron evacuadas anoche hacia 10 albergues temporales.

El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, reconoció en una rueda de prensa en la sede de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), que el daño ocasionado por la erupción es "bastante grande".

Según el jefe de Estado, al menos 100 kilómetros cuadrados a la redonda fueron afectados por la erupción, una de las más grandes registradas en los últimos 12 años.

Colom dijo que 1.600 personas fueron evacuadas en la noche del jueves y que muchas familias se resisten a abandonar sus hogares, lo que es entendible pero, manifestó, "vamos a privilegiar la vida".

El mandatario, quien anoche decretó el estado de calamidad pública para los departamentos de Guatemala, Escuintla y Sacatepéquez por la fuerte erupción, aseguró que su gobierno cuenta con suficientes suministros para hacer frente a esta emergencia.

Agregó que los diferentes ministerios se encuentran evaluando el impacto causado por la arena y ceniza volcánica en la infraestructura y los cultivos agrícolas, y admitió que por ahora es difícil cuantificar las pérdidas.

"Todo el sistema de emergencia está funcionando, los hospitales están preparados", anotó el gobernante.

Colom sostuvo que su administración hará los esfuerzos que sean necesarios para evacuar a las comunidades cercanas que están en alto riesgo por las constantes erupciones del coloso.

El gobierno envió camiones con alimentos hacia el municipio de San Vicente Pacaya, donde está la mayoría de la población que fue afectada por la actividad volcánica, señaló.

El mandatario dijo que todos los camiones del estado van a participar en labores de limpieza.

Por su parte, el director del Instituto de Vulcanología (Insivumeh), Eddy Sánchez, reiteró que no se descarta que el Pacaya registre una nueva erupción, similar a la de anoche.

"En el volcán existen muchos gases lo que hace que el cráter explote a gran altura. Es como una olla a presión que acumula mucha energía", sostuvo.

Sánchez señaló que las autoridades de Protección Civil mantendrán una vigilancia durante 8 días para evaluar la actividad del coloso.

Dijo que la arena y ceniza lanzada por el Pacaya "fue dañina para la agricultura".

Mientras que el secretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Alejandro Maldonado, mencionó que ahora lo importante es atender a los damnificados y levantar el material volcánico de las carreteras y viviendas.

Debido a la fuerte erupción, el aeropuerto internacional La Aurora, en la capital, permanecerá cerrado al menos hasta mañana, según el presidente Colom.

Las clases también fueron suspendidas en los departamentos de Guatemala, Escuintla, Sacatepéquez y Santa Rosa